Yo conocía al Neruda de los sonetos de amor y la canción desesperada, por allá, por los tiempos del colegio, y desde entonces lo tenía prácticamente olvidado. Apenas hace poco, leyendo la antología de Neruda de José Miguel Ibáñez Langlois, descubrí las odas. ¡Y qué maravilla! ¡Qué delicia! ¡Qué alegrías me trajeron!
A a esta antología traigo una de las odas, ideal para estos tiempos ya post-navideños, pero aún fríos en el norte. Yo que antes pensaba que lo de regalar calcetines era el ejemplo emblemático de un regalo aburrido, estoy en una etapa en la que me parecen el regalo ideal. ¡Y si son tejidos por alguien que te quiere...!
(h/t!!) |
ODA A LOS CALCETINES
Me trajo Mara Mori
un par de calcetines,
que tejió con sus manos de pastora,
dos calcetines suaves como liebres.
En ellos metí los pies
como en dos estuches
tejidos con hebras del
crepúsculo y pellejos de ovejas.
Violentos calcetines,
mis pies fueron dos pescados de lana,
dos largos tiburones
de azul ultramarino
atravesados por una trenza de oro,
dos gigantescos mirlos,
dos cañones;
mis pies fueron honrados de este modo
por estos celestiales calcetines.
Eran tan hermosos que por primera vez
mis pies me parecieron inaceptables,
como dos decrépitos bomberos,
bomberos indignos de aquel fuego bordado,
de aquellos luminosos calcetines.
Sin embargo, resistí la tentación
aguda de guardarlos como los colegiales
preservan las luciénagas,
como los eruditos coleccionan
documentos sagrados,
resistí el impulso furioso de ponerlas
en una jaula de oro y darles cada
día alpiste y pulpa de melón rosado.
Como descubridores que en la selva
entregan el rarísimo venado verde
al asador y se lo comen con remordimiento,
estiré los pies y me enfundé
los bellos calcetines, y luego los zapatos.
Y es esta la moral de mi Oda:
Dos veces es belleza la belleza,
y lo que es bueno es doblemente bueno,
cuando se trata de dos calcetines
de lana en el invierno.
Un comentario muy sagaz: las odas elementales traen «qué de alegrías». Siendo muy partidario de las odas, esa observación es la que más me ha gustado de esta entrada.
ResponderEliminarComo creo que te dije una vez, mi mejor comentario a poemas son emojis. Me alegra que sean elocuentes :D
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