Vi nevar por primera vez a los 18 años, en España. Y fue por entonces cuando me di cuenta de que los dibujitos de copos de nieve no eran estructuras microscópicas. Yo pensaba que los copos de nieve eran más bien informes y que, a lo sumo, estaban compuestos por cristales minúsculos como los de los dibujitos. Casi me asusté al ver un copo perfecto en mi abrigo. Casi como una aparición.
Otra maravilla: a diferencia del agua, la nieve parece no terminar de caer. Y es que en realidad no cae: se asienta.
(via) |
CANCIÓN QUE NUNCA PONE EL PIE EN EL SUELO
La nieve está hablando.
Hoy
se ha vuelto loca:
Parece
que llama con los nudillos
de puerta en puerta.
Va y viene.
No sé quién la está escribiendo
pero en el aire se lee.
Miradla bien:
cuando llega
junto al suelo, se detiene;
no toca en la tierra: llama,
parece llamar.
Parece.
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