Ya se empiezan a oír más, los bardos del viento.
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LAS LENGUAS DEL VIENTO
Telegráficos hilos de gorriones
migrando hacia horizontes africanos,
indiscretas urracas con secretos
bajo las plumas de un esmoquin negro,
audaces lavanderas dibujando
grafías invisibles en el aire,
charlatanas del aire, ventrílocuas
chismosas del ruido de los hombres.
Aves del cielo, lenguas intangibles
del mudo bosque y guiños de la luz.
¿Quién os disputa el ágora del cielo,
bardos del viento, árbitros del campo?
Las moscas—breves máculas de tinta—
a Dios se le escaparon de las manos.
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