Los libros de rayas de Renacimiento son una de las cosas más bonitas que existen en el mundo. Me los compraría todos si pudiera. No tengo muchos pero estoy casi segura de que el primero que compré fue este de Amalia Bautista. Primero leí la edición de la biblioteca de la universidad pero tal fue la impresión que desde entonces me acompaña. Contra todo pronóstico, aún no se ha consumido por combustión espontánea. Aquí y allí, sin embargo, saltan chispas.
LA CONFESIÓN DE ADÁN
Qué tonto fui, esposa pecadora,
cuando me entristecí por el castigo.
Hasta entonces no había descubierto
la seducción que habita entre las telas
que te cubren ahora; no entendía
que un desnudo total y primitivo
no podía esconder ningún encanto,
y que sólo a las bestias alegraba.
Ven, acércate más, bésame, Eva,
y no te desabroches todavía.
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