Un libro estupendo, de esos de sacar muchas sonrisas.
FUN FACT: Aficionado a la fiesta brava, Joaquín Antonio Peñalosa fue capellán de la Plaza de Toros Fermín Rivera, en San Luis Potosí, México.
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UNA FLOR DEL CAMPO
Ustedes los que han estado en el parlamento,
perdónenme,
yo no sabía que al orador no se interrumpe
a no ser con el ruido del aplauso,
(cuando despierta el auditorio).
Soy una mujer del pueblo
sin educación cual ninguna,
escuchaba a Jesús apretujada entre el gentío
en la viva tierra y con aquel solazo,
jamás había oído hablar como él hablaba,
sin notas, atriles, micrófonos y vaso de agua.
Enciende y quema,
dice la pura verdad
sin miedo a las autoridades que se aprovechan
del puesto y de la ley.
Cuando acordé, estaba yo gritándole
de puro gusto:
—Dichosa la mujer que te dio a luz
y sus pechos que te amamantaron.
No hallé otra alabanza que gustara más al hijo.
Debió sonreír, suspirar, regresar a niño.
Sus ojos de avellana
me buscaron acaso en el tumulto.
Le estrujé su corazón con una flor del campo
antes que otros lo traspasen con una lanza.
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