domingo, 30 de octubre de 2022

#303 [¿Qué decirte, Señor? Solo un largo silencio] (Ernestina de Champourcin)

Si hay poemas esenciales, este es uno de ello.
(via)


¿Qué decirte, Señor? Solo un largo silencio
abarcaría hoy mi soledad sin nombre.
Mírame largamente, absorbiéndome toda
y entonces es posible que logres consolarme.

Palabras no. Tú sabes… Te dije lo esencial
una vez para siempre. Lo murmuré en un soplo.
De sobra se me alcanza que viste y comprendiste.
¿El resto, a quién importa?

Y esta tarde sin júbilo en que la noche llega
trayéndome una sorda fulguración de ocaso,
en que mi fe parece desmenuzarse en polvo,
te arranco al infinito para enraizarte en mí.

Y sé que estás y vives en esta pena insomne
que no sabe llorar ni deshojarse al viento;
en la desesperanza sombría de mis pasos
ante este acecho frío de rutas bloqueadas.

Y no sé dónde estás. Mas sé que estoy contigo
a pesar de la huraña conspiración del mundo,
a pesar de mi carne que protesta cautiva,
a pesar de mi frente, esclava de sus sueños.

Tú eres la luz y quiero recibirte en ni noche
sin gozar del calor que Tu presencia irradia.
Tú eres la Verdad y seguiré tus huellas
a pesar de ese muro que te roba a mis ojos.

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