Este es uno de mis poemas favoritos de una de mis poetas favoritas sobre uno de mis pintores favoritos. Tenía este poema en mente cuando fui al Rijksmuseum hace unos años. El Rijks está lleno de tesoros, pero me paseé por él como si hubiera un tesoro más valioso que cualquiera de las obras, como si en el hubiera un punto de apoyo del universo, como si el mundo pudiera salirse de órbita si algo le pasara. Y todo por un poemita de cinco versos de la Szymborska.
VERMEER
Mientras esa mujer del Rijksmuseum
con esa calma y concentración pintadas
siga vertiendo leche de la jarra al cuenco
no merecerá el Mundo
el fin del mundo.
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