domingo, 20 de marzo de 2022

#79 Oscurece despacio (Inmaculada Moreno)

De España me gustan muchísimas cosas. Una de ellas es que el Día del Padre se celebre en la fiesta de san José. Al parecer Bolivia es el único otro país hispanoamericano que también lo celebra este día. (Podría hablar aquí también de lo perfecta que es la Fiesta de Reyes, que no hemos heredado, pero es otro tema para otra ocasión). Como no se me ocurrió poner ayer un poema al padre, en su más legítima fiesta, lo pongo hoy. Uno de los recogidos en la bellísima antología de poemas al padre hecha por Enrique García-Máiquez.


OSCURECE DESPACIO

 

Oscurece despacio en este otoño

el murmullo que trae suena a frío,

o a promesa de frío deseado.

De pronto ser de noche sabe a náufrago,

Y de nuevo la niña

Que reclama la luz desde su noche

Se asoma a este presente

Aterida, indefensa,

Igual que un pájaro caído

antes del vuelo. Aún se asombra

porque no entiende nada

y el mundo bulle lleno y ella siente

que es una extraña en él. Se ha acurrucado

igual que entonces en la cama;

la espalda a la pared,

sin atreverse a dar la vuelta

­­—tal vez así la vida no le embista—.

Hoy pediría, como entonces,

la voz del padre protectora

como escudo que llega de otro cuarto

y le pide que duerma.

“Duérmete”. Y suena a firme

sortilegio que espanta tinieblas

y allana precipicios.

“Duérmete”. Y es la manta

que le cubre los hombros y la acolcha.

 

De una manera extraña

esa palabra dice todavía

que voy a ser feliz,

y yo le creo.

 

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