lunes, 6 de junio de 2022

#157 Palmeras (Juan Vicente Piqueras)

Este es un poema al que le tengo cariño porque me impresionó mucho en el 2006, cuando aún estaba en el colegio y se lo escuché leer a Juan Vicente Piqueras en el festival de poesía de Medellín. Tenga más bien mala memoria, pero tengo marcado el recuerdo de varios poetas y la impresión general que me dejaron. Ningún poema, sin embargo, sobresale tanto en mi recuerdo como este. No he leído nada de Piqueras desde entonces. Dudo que este sea de los mejores, pero fue muy mío entonces y por nostalgia de juventud, quiero abrirle un lugar en el jardín. 


PALMERAS

Nacemos de la sed. Somos palmeras
que van creciendo a fuerza de perder
sus ramas. Nuestros troncos son heridas,
cicatrices que el viento y la luz cierran,
cuando el tiempo, el que hace y el que pasa,
ocupa el corazón y lo hace nido
de pérdidas, erige
en él su templo, su áspera columna.

Por eso las palmeras son alegres
como los que han sabido sufrir en soledad
y se mecen al aire, barren nubes
y entregan en sus copas
salomas a la luz, fuentes de fuego,
abanicos a dios, adiós a todo.

Tiemblan como testigos de un milagro
que sólo ellas conocen.

Somos como la sed de las palmeras,
y cada herida abierta hacia la luz
nos va haciendo más altos, más alegres.

Nuestros troncos son pérdidas. Es trono
nuestro dolor. Es malo
sufrir pero es preciso haber sufrido
para sentir, como un nido en la sangre,
el asombro de los supervivientes
al aire agradecidos y estallar
de alta alegría en medio del desierto. 

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