A Billy Collins le tengo un cariño especial. He disfrutado y aprendido mucho leyéndolo. Billy Collins ha hecho un arte del buen humor en la poesía. En Masterclass tiene un curso "on reading and writing poetry" estupendo, que recomiendo vivamente, pero lo esencial se puede encontrar en un ensayo sobre los placeres de la poesía, que captura bastante bien el qué y por qué de la poesía.
Billy Collins logra hacer reír y llorar en un mismo poema, va de lo más mundano a lo más sublime con esa maestría que pasa desapercibida y uno termina de leerle conmovido, sin saber muy bien por qué, si de lo que estábamos hablando era del salero de la cocina.
En varios borradores he ido cambiando el poema que plantaría en este jardín, pero finalmente me decido por este, aprovechando que acabo de terminar una clase en la que, entre cosas, hablamos de los ángeles y terminé por leer este poema.
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